martes, 30 de noviembre de 2010

Margareht II

La mañana siguiente.

Margareht se acababa de levantar, esa noche había dormido a pierna suelta, le había sentado bien haber ido la tarde anterior a dar una vuelta por la ciudad nevada. Algo perezosa llega hasta la cocina y prepara un poco de leche caliente con unas cucharaditas de Cola Cao al cual le echó unos cuantos cereales. Al acabar de desayunar se encierra en su habitación y pone un poco de música mientras abre el armario y elije la ropa que se va poner esa mañana de instituto. Al final opta por coger esos pantalones pitillo vaqueros con algún que otro roto que tanto le gusta, con esa camiseta de flores que se compro en su viaje a Londres y las catiuscas de Hunter negras por las cuales estuvo ahorrando muchísimo tiempo y era el día ideal para estrenarlas, puesto que había nevado.
Cuando se estaba acabando de arreglar llaman a la puerta de casa.

-¡Marco! ¿¡ Puedes abrir la puerta que me estoy acaban de arreglar!?- grita Margareht.
-¡Voy!- Marco abre la puerta.
-Hola Marco, ¿esta Margareht?- es Janeht la mejor amiga de Margareht.
-Si, entra y siéntate que ahora mismo la llamo.- Marco sube las escaleras y entra en la habitación de Margareht la cual estaba recogiendo los libros para irse.- Margareht es Janeht, te espera abajo.
-Gracias Marco, ah... ¡y la próxima vez llama a la puerta antes de entrar!, ¿y si me estaba cambiando?- Le reprocha Margareht a Marco.
- Y la próxima vez llama a la puerta antes de entrar...- La imita Marco, pero Margareht ya no lo escucha puesto que ya esta saliendo por la puerta.

En ese momento Marco sale de la habitación de su hermana y se dirige a la suya para dormir un poco más. Ese día no tenia clases a primera hora.
sábado, 27 de noviembre de 2010

Margareht

Era un día frío muy frío. Acababa de caer la primera nevada del año y Margareht se encontraba tumbada en la hierba intentando hacer un ángel de nieve mientras Marco, su hermano, arreglaba su trineo al cual se le había caído un un hierro de no haberlo usado durante años. En el momento en que Margareht se levantaba, Elenah, su hermana más pequeña, sacaba a pasear a Hiena, el perro de la familia. Margareht se ofreció a acompañarla, le apetecía dar un paseo en ese frío día.

Mientras caminaban por las calles de aquella pequeña ciudad, Margareht le comentaba a su hermana lo difícil que es a su edad estar enamorada, compaginarlo con las clases y no sufrir por ello. Pero como era previsto su hermana no entendía nada, por ello, Margareht se sentía bien, porque tenia una manera de desahogarse sin preocuparse por lo que pensara o por si se lo fuera contando a papá.

Después de un rato caminado Elenah le pregunta a su hermana:

-Margareht, ¿tú echas de menos a mamá?
Esta sin esperarse la pregunta le contesta:
-Si pequeña, ¿acaso tú no la echas de menos?
-Bueno, si, pero yo creo que se ha ido a un lugar mejor, o eso me dice papá, ¿es verdad?
-Si, pero...¿Por qué lo preguntas Elenah?
-Es que... Verás... ayer cuando iba a lavarme los dientes pase por la habitación de papá y estaba llorando, el no sabía que estaba allí, pero yo le vi hablándole a una foto de mamá, así...Sin más...
-Es normal Elenah, todos la echamos de menos, y mas papá. Ella era su compañera en esta vida. Son cosas del corazón que cuando seas un poquito mas mayor entenderás.
-Pero yo lo quiero entender ahora no dentro de unos años.

Margareht ya no sabía que contestar y con una simple sonrisa hacia su hermana, emprendió la vuelta a casa.

Cuándo llegan a la puerta de casa ven a Marco saliendo con su trineo (ya arreglado) dirección a la colina en la que se encontraban todos los niños de la ciudad y algún que otro adulto. Detrás de él, sale Roberto, el padre de estos tres hermanos.

-Margareht cuida de Elenah que yo tengo una reunión de trabajo, llegaré para la cena. Y Marco tu no te retrases mucho, a las 21:00 te quiero en casa, ¿vale?
-¡Sí papá!- contestan Marco y Margareht a la vez, pero Elenah como siempre, tiene algo por lo que protestar.
-Pero papá yo también quiero ir a la colina como Marco jope...
-No Elenah, tú te quedarás en casa con tu hermana y no hay mas que hablar.
-Pero... Pa...
-¿Quieres que te castigue sin ver los dibujos esta noche?
-No papá, me quedaré con mi hermana...
-Muy bien. Bueno adiós que llego tarde a la reunión.
-Adiós papá, y suerte- contesta Margareht puesto que Marco ya se había ido en el momento en que oyó que su hermana pequeña quería ir con el, y Elenah estaba enfadada con su padre.-Vamos pequeña, juguemos con tus muñecas.- Y las dos entraron en casa.

No, no vale la pena :)


Cuantas veces hemos deseado borrar un dia, un instante, un momento, 
hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria.
Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo,
recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su
lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo
regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su 
paso y se marchan con lágrimas y un largo adios. Si desearamos en 
algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo
a la frase "comezar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían 
como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza
y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación
de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y
la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez.
Quedarían atras los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos
hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos
mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más 
hermoso, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos
recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades 
por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no
sabemos que nos espera. ¿Vale realmente la pena perder la memoria?
miércoles, 24 de noviembre de 2010

~

-¿Porque coño la odias?
-Ah … ¿y no lo sabe todavía? Y yo que pensaba que era superdotada
-¿Que ha hecho mal? Haga lo que haga la atacas, ya se ha quitado de en medio ¿Que más quieres?
-Quiero que se de cuenta de que hubo alguien antes que ella, joder
-Ella no tiene la culpa, no te ha hecho nada malo… ¿Es que tú nunca te has enamorado de quien no debías? Bastante duro es querer a alguien con quien no tienes posibilidades, así que deja de hundirla más en la mierda…
martes, 16 de noviembre de 2010

Hielo.

Mi corazón nació dentro de un cubo de hielo.
El hielo pretendía protegerlo pero lo único que conseguía era debilitarlo aún más.
El frío era su jaula, una jaula horrible que lo consumía y lo cegaba, lleno de rencor y miseria y sobre todo de soledad, oscura y fría soledad.
Y un día en el que ya no le veía sentido a esta vida, llegaste, y con una caricia fundiste aquel hielo que yo no había podido destruir en años.
Ahora late con sentido, con un destino, ahora late por algo, sincero, enamorado.
Y es que un beso tuyo acaba con todo el odio que se puede retener en toda una vida, el roce de nuestra piel, me produce una sonrisa involuntaria y tu voz es como un pequeño rayo de sol que me despierta dulcemente entre las sábanas de una mañana cálida.
El tiempo es nuestro peor enemigo y cuando se agota, este nos tortura, separándonos desde nuestros adentros, desde nuestra conciencia, aunque nuestros labios no quieran separarse, aunque nuestra piel se aferre a la del otro, el tiempo y la mente nos separan, aunque el corazón llore de rabia desde lo más profundo de nosotros.
La distancia es su aliada y juntos quieren volver a enredarnos entre las ramas del hielo, separándonos, ahogándonos en nuestro propio llanto.
No soy nada sin ti, no me dejes sola frente al frío, sálvame. No dejes que el tiempo y la distancia nos gane, nunca lo consientas, nuestro amor siempre será más fuerte.

domingo, 14 de noviembre de 2010

B.


Necesidad, Ligereza, Sensibilidad.... 
Esa sensación de querer... 
Ese granito de arena que te hace suspirar, 
que te hace sonreír a cada segundo.
¿Qué pasa cuando desaparece? 
¿Cuándo se desvanece & ya no lo encuentras mas
¿Cuándo tienes un océano por delante & una pequeña burbuja que hallar
Es complicado para las palabras... difícil para los sentimientos. 
Cuando ya nada tiene sentido & no hay nada por lo que luchar, todo es mas complicado que cuando verdaderamente lo hay, & no me llames masoquista, lo que soy es realista, no aguanto mas.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Armonía

Un día desperté en un lugar donde nunca antes había estado.
Abrí los ojos con dificultad, había demasiada luz.
Estaba acurrucada a mi misma. Tenía el cuerpo empapado y los dientes me castañeaban involuntariamente.
Me rodeaba una densa capa de nieve.
Mis huesos era incapaces de moverse , ni siquiera un milímetro de donde estaban situados.
Aquel lugar empezó a oscurecerse, sentí miedo. Entonces cerré los ojos, sintiéndome protegida en mi misma y más tarde, sumergiéndome en un profundo sueño.
" Un bosque. Claro, verde, infinitamente bello.
Las extensas raíces de los árboles abrazaban nuestros cuerpos.
El día nos había regalado una perfecta alfombra de hierba fresca.
Tu mirada observaba mi rostro, contemplando cada detalle minúsculo de este. Yo seguía tus pupilas con mis ojos, muy concentrada.
Tus manos tallaban en mi cuerpo un camino, lento y perfecto.
La suave brisa nos traía el dulce olor de las frutas recogidas.
La naturaleza nos preparó una exquisita melodía del bosque, un conjunto de cantos de aves, grillos y otros insectos.
Me sentía en perfecta armonía: Tu cuerpo, el mío..
Éramos uno.
Las prendas sobraban en aquel momento, el calor nos invitaba a que nos las quitáramos.
La mirada de ambos yacía cansada, recorriendo nuestros cuerpos.
La reparación , al compás de las miradas seguía cansada, entrecortada.
Poco a poco, entre besos y sonrisas juguetonas, la seda quedó a otro lado, tirada en la hierba.
Y entonces el sol nos mostró mutuamente tal y como realmente éramos , en cuerpo y alma."
En ese momento tan exquisito desperté, dejándome el sueño una sonrisa permanente en el rostro. Mi cuerpo empezó a sentir calor y mis dedos ganaron movilidad. Me sentía bien. La nieve que me rodeaba se había derretido, dejando a mi alrededor la forma de un corazón perfecto  Entonces , feliz me levanté y sacudiéndome mis ropas , emprendí camino de regreso a casa.

Soñadora de olvidos.

Mi foto
Bela
Soy una soñadora de palabras, se podría decir que la única forma que encuentro de desahogarme es escribiendo. Me encanta la fotografía y todo lo relacionado con ella, en un futuro espero vivir de ello. No soy perfecta, nadie lo es. Me encanta salir a pasear. Lo que más me gusta es ver películas en casa, sobre todo las tardes de lluvia, pero siempre en compañía. Y me encantaría vivir en Londres, y viajar por todo el mundo.
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